La creación de una sociedad mercantil, así como su funcionamiento, se encuentra regulada por una diversidad de disposiciones jurídicas, cuyo incumplimiento puede traer aparejada la disolución de la sociedad, el fincamiento de responsabilidades para los socios o accionistas y en el menor de los casos pérdidas económicas.

Dicho incumplimiento por lo general obedece al desconocimiento de las mismas, ya que además de ser complejas, se encuentran en constante evolución, lo cual dificulta su entendimiento.

En ese sentido, la asesoría de un abogado conocedor de la legislación y normatividad que conforman el derecho corporativo, cobra importancia dentro de la organización, ya que su participación le permitirá tener la certeza de que se cumplirá en todo momento con el marco jurídico, y le dará confianza para la toma de decisiones.